Precalentamiento y señales al “Patrón del Mar”

No es necesario ser ni original ni mezquino a la hora de encontrar definiciones o frases; si hay alguien más brillante que lo hace primero, es correcto darle su merecido reconocimiento. La denominación el "Patrón del Mar" no es mía, es del artista Jorge Tesan y creo que es justo su merecido reconocimiento.

La escena política marplatense comienza a despertarse de la modorra que produce la temporada, aunque podamos ver un nivel de hiperactividad de los dirigentes políticos durante la temporada de verano, en donde hacen las veces de anfitriones de sus jefes políticos y buscan robarse una foto que los catapulte a la fama. A partir del mes de febrero, la actividad comienza a bajar y para frutilla del postre el Concejo Deliberante sesiona para dar aumento de colectivos y alguna excepción para no quedar mal con ningún empresario amigo que requiera hacer alguna que otra obrita.

Los distintos espacios políticos comenzaron a realizar los primeros sondeos de opinión para saber hacia dónde enfilar los cañones, como reflejamos en nuestra columna anterior. De aquí al mundial, será como una instancia de precalentamiento que le permitirá a los distintos sectores definir su marco de alianzas y una vez que esté definido el escenario nacional y provincial ver quiénes serán los candidatos a intendentes que acompañarán a los que hoy dicen querer ser presidentes, tanto por el oficialismo como por la oposición.

Lo cierto es que ya empezaron a circular encuestas que con mayor o menor precisión preconfiguran el escenario futuro. Por un lado, están las encuestas que los espacios locales encargan y, por otro, están las que los dirigentes nacionales encargan para poder interpretar la realidad local y avanzar en una especie de selección de candidatos.

Lo que queda claro es que son pocos los espacios políticos o los dirigentes que tienen la vocación de ordenar el descalabro y la asimetría que hay en la estructura de poder de nuestra ciudad. Tal es así que, por lo que se vivió en este 2014, podría ser declarado por ordenanza municipal como el año “Gallego”. Luego de que los legisladores provinciales le dieran el Casino a Luis Barrionuevo con el apoyo de massistas, camporistas, socialistas, mariotistas y cachivachistas, entre otros “istas”, más el silencio de la oposición de todo tipo y color. Para compensar la tremenda desigualdad, le dieron al verdadero “Patrón del Mar” su sala de casinos, pero este no fue el único regalo que le dejó Papá Noel en el arbolito: el Afsca le aprobó de un plumazo el plan de adecuación al multimedios y el delegado de la autoridad local, Fernando Araujo, siguió haciendo lo mismo que hace desde su asunción: NADA.

Muchos levantan las banderas contra la trata y hacen malabares para sacarse una foto con Susana Trimarco cuando viene a Mar del Plata. Sin embargo, ese interés hay que reflejarlo en los hechos. Desde este medio, confirmamos que desde que se prohibió publicar avisos de oferta sexual, el diario La Capital publicó 38 mil. Sí, treinta y ocho mil. Sí, 38.000 (lo escribimos de distintas formas a ver si alguien toma nota). La cifra avergüenza, pero más avergüenza el silencio cómplice de la mayor parte de la política marplatense.

¿Hay más? Claro. Hubo una actualización de los cánones que pagan los empresarios que explotan balnearios en Mar del Plata. La medida no alcanzó a Don Florencio: sigue pagando 300 pesos por día para explotar, más de 3 mil metros cuadrados de locales gastronómicos y comerciales, 248 cocheras, 7500 metros cuadrados de anfiteatro y 1.500 unidades de sombra en el balneario, en el Paseo Hermitage.

La sugestiva foto del fin de semana, que muestra al gobernador Daniel Scioli y su hermano Pepe en la finca de don Florencio en Mendoza, deja a las claras (con un fuerte gesto de coherencia) quién es el que manda en Mar del Plata. Scioli ha tenido a lo largo de toda su vida una estrecha amistad con el dueño del diario La Capital y eso no debería sorprendernos. Lo que sí llama la atención es que todos los demás actores políticos, llámese massistas, kirchneristas (con algunas excepciones), radicales y frenteamplistas, tienen la misma vocación: ser AMIGOS de don Florencio.

Solo a modo de reflexión: la política es una fuerza que debe equilibrar entre la desigualdad que hay entre el pueblo y los poderes. Si no cumple ese cometido, no sirve para nada.

Hasta la semana que viene en la búsqueda del millón de amigos.