Coordenadas para pensar la escena cultural de Mar del Plata

La posibilidad de comunicar vía redes sociales fue otro punto fundamental.

18 de Abril de 2014 08:28

Hay cifras imposibles. Se puede saber, por ejemplo, los milímetros de lluvia que cayeron en el último mes, pero no se puede saber cuánto creció la producción cultural de una ciudad; lamentablemente en esos casos la búsqueda de señales está atada a la opinión de los protagonistas. Lindo sería anunciar que Mar del Plata aumentó o disminuyó su producción cultural un X por ciento, sería un dato duro y el título de esta nota, pero no, hay que salir a buscar opiniones, y las opiniones son eso: opiniones, puntos de vista, ángulos, realidades fragmentadas y manipuladas por un contexto. 

Primero la sospecha: Mar del Plata parece estar en un buen momento cultural. Sin entrar en detalles, hay una movida fuerte de bandas con producciones propias muy dignas; en el ámbito teatral se inauguraron espacios y hay propuestas a la altura de cualquier producción nacional –la temporada estival fue un reflejo claro de esta situación–; en las artes visuales la escena creció en espacios y en cantidad de artistas –todavía falta consolidar un mercado–; en cine y televisión se ve un crecimiento técnico y artístico, y en literatura aparecieron editoriales independientes que editan a escritores que antes no tenían espacio.  

A buscar opiniones, entonces.

Fueron dos preguntas realizadas a más de veinte personas relacionadas directamente con el circuito cultural marplatense. La primera para responder por sí o por no.

-¿Creció el circuito cultural marplatense en los últimos cinco años?

Cinco años es un tiempo prudencial para ver la evolución de una propuesta, además permite darle voz a los artistas que recién comienzan.

La segunda fue una pregunta compuesta, tan obvia como necesaria.

-¿Por qué? ¿Cómo lo ves?

Los entrevistados fueron seleccionados en base a su edad y a su actividad, la idea fue compilar voces de todas las ramas del arte, incluso empresarios, gestores y periodistas. Ni todos jóvenes, ni todos experimentados, un poco y un poco para conseguir diversidad. 

El primer punto llamativo es que todos, sin excepción, contestaron que sí a la primera pregunta, es decir, para todos Mar del Plata creció; otro punto llamativo es que casi todos reconocieron que fueron los artistas los que empujaron la rueda para hacer funcionar la maquinaria, principalmente los artistas jóvenes con proyectos independientes. Esta observación, entrelíneas, es una crítica a la gestión de la Secretaría de Cultura. Donde no hay apoyo oficial hay artistas trabajando con sus propias herramientas, sin presupuesto y a pérdida. Es ley. Lo interesante es que a pesar de la desventaja lograron hacer pie y consolidarse. Recién ahora, en este último año, el municipio parece haber cambiado la actitud. Para la escena artística independiente el éxito es doble: se convirtió en brújula y camino. Otro punto transversal fue la relevancia de la tecnología aplicada a la comunicación. Poder comunicar. Ahí, dijeron, descansa buena parte del éxito. 

Sin más, las opiniones:


Daniel Besoytaorube (artista visual – curador  – Teatro Auditorium)

“En principio hay que destacar la incorporación del MAR, más allá de que no está cumpliendo los objetivos deseados: ser un lugar de arte contemporáneo, de investigación, de educación, de formación. Es de esperar que en algún momento se concurse la dirección y presente un plan por cinco años al menos. Hay un crecimiento de espacios y de artistas. Esto no quiere decir que todas las propuestas sean todo lo serias que tendrían que ser. Pero como dice Eva Larrauri: el futuro de la cultura está en las acciones micro. Es ahí a donde hay que dirigir los recursos y el apoyo. Por otro lado hay cierto estancamiento por la repetición de acciones, a las cuales hay que incorporarles contenidos. Respecto a los espacios oficiales, se mueven dentro de la escasez presupuestaria y de la política cultural respectiva, en muchos casos adversa, en base a esfuerzos personales o de determinadas áreas”.


Claudio Roveda (artista visual – el querido arte contemporáneo)

“Hemos crecido culturalmente, se han incrementado las actividades y los eventos artísticos por varias razones. En primer lugar, en tiempos de crisis de todo tipo aflora una necesidad natural de los artistas por producir contra viento y marea. En segundo lugar, esa necesidad obliga a transformarse en gestores de su propia actividad, y allí surgen un montón de proyectos independientes que fortalecen el medio. A manera de critica que construye, necesitamos más muestras y exhibiciones jugadas en un sentido de búsqueda de los limites del arte, y menos chatura y descompromiso de muchos que toman las artes visuales como un pasatiempo, o una manera de figurar sin haber pasado por ciertos niveles de información que son necesarios para seguir avanzando hacia los planos más profundos de la problemática que nos presenta el arte contemporáneo”.


Diego Montoya (Cantante y guitarrista de luzparís – Sello Desde el Mar)

“Creo que principalmente creció por merito de los propios artistas, entendimos que el camino para desarrollarnos en esta ciudad es el de la gestión constante, que no alcanza sólo con tener una buena obra, sino que en el circuito independiente también hay que activar desde el trabajo en las áreas de difusión, organización, etcétera. También fue importante la aparición de las redes sociales, que nos permitieron comunicar de una manera mas eficiente, ya no pegamos afiches en las noches frías. También nosotros vimos que a partir de 2010, de repente en los recitales de las bandas del sello (y no sólo del sello) empezaron a venir chicos y chicas bien jóvenes, una nueva generación de jóvenes consumidores de arte que no tienen el chip de años anteriores, donde se creía que por ser local se era berreta. Otra cosa que me parece fundamental es la actividad durante el año no vacacional, que se hagan festivales en pleno invierno, en épocas que lejos están del acelere veraniego. Básicamente creo que hay una apertura en los conceptos y en el desarrollo desde los artistas, y una capacidad del público de interpretar que las cosas van bien y que se está formando una escena. De a poco Mar del Plata irá mostrando que no es sólo teatro de revista foráneo en treinta días intensos. Acá muchos ya lo sabemos, lo siguiente es hacer que afuera también lo sepan”.


Daniel Basso (artista visual – Mundo Dios)

“La cultura en Mar del Plata ha crecido sustancialmente en los últimos cinco años casi exclusivamente a través de grupos autogestionados. Pienso que la madurez de algunos artistas contribuyó también a formar dichos grupos, también la necesidad de producir todo el año. La decisión de muchos artistas de quedarse en la ciudad va ganando adeptos porque las condiciones acá son ideales, mas allá de que falta mucho para que se arme una verdadera revolución cultural. Desde la Secretaría de Cultura están viendo todo esto que sucede y naturalmente les provoca aprovecharlo pero la burocracia de la política, entre otras cosas, impide a los funcionarios ver más allá de lo evidente. El desafío consiste también en educar a la comunidad, que no es gran consumidora de cultura, fomentar el coleccionismo y proveer de recursos a nuestros agentes autogestionados para lograr una expansión cultural acorde a la alta calidad de artistas que viven y trabajan acá”.


Emma Burgos (actriz)

“Hace muchos años, por lo menos dos generaciones, los artistas vienen preparándose muy bien para participar de esta plaza tan competitiva y dispar y lo están logrando con mucha calidad. La danza, el teatro la música y la plástica vienen posicionándose muy fuerte y lo veo genial, tomar la posta no es sólo seguir sino progresar”.


Federico Roca (productor artístico - responsable de GAP)

“Hay una gran cantidad de artistas con ganas de mostrar su material, y la falta de la buena administración de los espacios municipales hizo que estos desarrollen y generen otros nuevos, sea en eventos continuados o aisladamente. Mar del Plata siempre fue una plaza interesante para el artista de afuera, pero al artista local le costaba sacar a la luz su material, por eso independientemente fueron creando. Así, el circuito cultural se va extendiendo, lamentablemente lo que no aumenta es el apoyo, a la gente le interesa cada vez menos lo cultural. En este ultimo tiempo la Secretaría de Cultura organiza mucha más actividad, ayudando al artista local y tratando de incentivar a la gente para que apoye, pero para mi gusto está mal direccionada y desarrollada. Igual es un buen comienzo”.


Guillermo Yanícola (director de teatro)

“En el teatro veo una evolución muy significativa en cuanto a cantidad de gente que se interesa por la actividad y realiza talleres. Hubo también un incremento en la cantidad de espacios y centros culturales, en parte por una renovación del interés por la actividad y en parte, a mi entender, por una insuficiencia en cantidad y calidad de los espacios oficiales para albergar tantas inquietudes de tanta gente. Los teatristas se volcaron a generar sus propios espacios de producción, espacios sin trabas burocráticas, espacios propios. A esta mejoría en la cantidad de salas, elencos y espectáculos siguió inevitablemente una mejoría en la calidad, por lo que el teatro que se produce en Mar del Plata hoy goza de muy buena salud”.


Jorge Armani (guitarrista)

“Creo que mucha gente empezó a interesarse por la música, también hay más maestros formadores e instituciones aceptando la música popular como materia. La música empezó a acumularse en estilos, eso también reúne más gente. Siempre vamos a poder decir cosas del medio, pero lo importante es que exista, que podamos competir en forma sana y aprender todos de todos”.


Susana López Merino (gestora cultural – La Normandina y Museo MAR)

“Artistas e investigadores han creado espacios que sostienen contra viento y marea, que otorgan un status más alto y estimulante en la ciudad. Con muchísimo esfuerzo, estas moradas culturales benefician a quienes se acercan en búsqueda de verdades, aprendizajes, dignidad y audacia expresiva con rigor. Soplan, en estos espacios, vientos de un espíritu contemperando de arte y buena gente. Instituciones nacionales han sabido ver y apoyan varias de estas iniciativas. Una ciudad es más feliz, más democrática y menos violenta con arte”. 


Paola Galano (periodista – diario La Capital)

“Hace unos años, un fotógrafo y músico local me dijo que Mar del Plata era un excelente lugar para producir obra, pero no para mostrarla. Entonces coincidí: en lo musical, era la época de 'Mardelcover'. Si tenías una banda de música estabas obligado a copiar una sonoridad famosa. Casi diez años después de aquella frase, empiezo a ver que algunas cosas están cambiando. Estamos lejos de una verdadera explosión cultural, pero las propuestas artísticas están profesionalizándose más y, como contracara, el público responde. Aunque es notorio, el crecimiento es en pequeña escala. La música y el teatro junto con los centros culturales independientes lideran este incipiente –aún- movimiento. Es sorprendente la cantidad de agrupaciones musicales que trabajan acá, desde todos los géneros posibles y con un nivel muy destacado. Ya no es raro escuchar sus discos, muchos de ellos grabados en estudios locales. En el teatro hay más disparidad: coexiste la escena pujante y altamente creativa con otra que está en camino de mejorar. En plástica, todavía faltan curadores y más galerías, pero no artistas ni ideas. Tal vez el cimbronazo de un Museo de Arte Contemporáneo replique en el terreno de lo independiente. Habrá que esperar. La fotografía y el cine vienen marchando. En lo literario, en cambio, hay mucho por hacer. ¿Qué falta? Que se entienda que el arte es, además de un bálsamo crítico para un mundo en crisis, una industria cultural que necesita apoyo verdadero. Y también que se arranque con un proyecto-programa-ciclo-campaña, llámenlo como quieran, a largo plazo de formación de público. Los artistas tienen dónde formarse: Malharro, Conservatorio, Polivalente, Emad –se viene abajo, pero sigue–, Facultad de Letras y cientos de talleres privados y escuelas. Pero sin el otro que escuche, que mire y que juzgue no hay actividad expresiva que tenga sentido. Con muchos espectadores con ganas de participar, entonces sí podremos hablar de explosión”.


Manuel Passaro (responsable de la editorial La Bola)

“Mar del Plata ha ido multiplicando y complejizando la oferta cultural. Las razones tienen que ver con la evolución general: estamos acercándonos al millón de habitantes, cada vez se va menos gente y se quedan a emprender, estudiar y trabajar. La cantidad de habitantes ya constituye tanto una fuente de productores culturales como, a su vez, una fuente de consumidores de espectáculos, cine, muestras, libros, discos, cursos, festivales, etc. El mapa de la dinámica cultural da espacio a proyectos que antes eran inviables, para los cuales era necesario emigrar a Buenos Aires o a otras ciudades. También hay que destacar el desarrollo tecnológico y la situación hiperbólica que vive la comunicación. Internet y las computadoras nos dan herramientas para producir música, diseño gráfico, productos, fotografía, indumentaria, etc. y hasta nos enseña a utilizarlas: nos provee de la herramienta y su manual de uso. El cambio que vive Mar del Plata recuerda a la ciudad de Rosario de hace unas décadas: un caldo de cultivo de individuos que reconocen en sí mismos la energía que absorben de un contexto urbano que no para de crecer y generar”.


Pablo Vasco (periodista – actor)

“Me parece que se cayeron un par de ideas establecidas que ponían a la cultura en un lugar inaccesible. Este último tiempo hubo mucho de Hágalo usted mismo, una actitud punk de muchos artistas que –ante la negativa del sistema y la falta de espacios para mostrar lo que sabían hacer– decidieron encarar proyectos propios con una autoexigencia estética realmente valorable. Afortunadamente se le puso fecha de vencimiento a la imagen del artista loco, borracho, bohemio y colgado. Hay mucho más profesionalismo. Por ejemplo, antes tratar con bandas de rock era un suplicio para los comunicadores. La mayoría entendió cómo es el juego y ayudan mucho más. Pienso que estamos ante una movida en donde las bases superaron ampliamente a los supuestos 'representantes'. Me gustaría que el Estado –nacional, provincial y municipal– estuviera más presente. Y que tome nota de lo que pasa”.


Julián Rodríguez (fotógrafo – docente)

“En la interpretación de la idea de circuito cultural que prefiero escoger incluyo a una serie de actividades, desarrollos e intereses conjugados que no existían. Sospecho que el efecto de la comunicación y la tecnología sobre la sociedad es lo que cataliza las conexiones entre pares y partes generando más choques y reacciones. Tal vez sea esta una época signada por los cambios que la tecnología genera en la sociedad, sus hábitos y modos culturales, más que por lo que la sociedad hace con ella”.


José Luis Britos (director del espacio de arte Cuatro Elementos)

“La producción de bienes culturales ha aumentado en cantidad y en calidad, aún cuando éste pueda ser un aspecto más dispar, en reconocimiento y en valoración social. En lo personal, este período coincide con mi integración a un grupo teatral que ha podido producir en continuidad y que ha recibido el acompañamiento del público desde un principio. En este rol he podido comprobar la creciente actividad cultural, hoy es imposible albergar la infinidad de propuestas que nos acercan. Y no sólo de espectáculos teatrales, también musicales, de danza, exposiciones de arte, presentación de libros, talleres, etc. El trabajo consecuente y comprometido viene dando sus frutos”.


Salomar (cantautor)

“Creció el flujo de artistas, y si uno puede hacer este juicio es porque han ido apareciendo nuevos espacios para que los artistas se den a conocer más allá del gran fenómeno de la viralidad digital, que por otra parte es la semilla actual de la cultura global. Creo que otra de las patas importantes del crecimiento está estrechamente ligada al cambio de actitud de algunos artistas. No hablo sólo del compromiso con el proyecto propio sino también con el de construir a nivel cultural esa tan ansiada identidad. Poco a poco se ha logrado alzar la voz frente al organismo de Cultura que rige a nivel municipal, con cierto cambio en la predisposición a la hora de recibir propuestas, aunque siguen existiendo ciertas desprolijidades sobre las cuales habrá que trabajar muchísimo y a conciencia para que los intereses económicos estén a favor de esa construcción de identidad y no presentes como una traba para el desarrollo”.


Fabián Spampinato (director artístico de fm d-rock! - bajista de Altocamet)

“Las comunicaciones nos han enriquecido. Todas nuestras capacidades se amplían y al menos por repetición comenzamos a desandar caminos. No soy partidario del Ayer estaba todo fenómeno ni del consabido Mañana es mejor. Sólo puedo llegar a tener un atisbo de lo que sucede hoy. Y hoy sucede que hay artistas que interactúan, hay bares donde hay música, exposiciones de obras, charlas y se recitan poesías, hasta quizás en un mismo evento. Los artistas se sienten parte de un todo, de una especie de movimiento en el que es imprescindible asociarse. Ahí está el nudo del crecimiento y la no ruptura”.


Viviana Ruiz (directora teatral – El séptimo Fuego)

“Creo que ha habido un fuerte crecimiento en los grupos locales, que tiene que ver con el desarrollo de escuelas de formación actoral, talleres y seminarios que impulsan nuevas búsquedas. El surgimiento de nuevos espacios hace que los artistas rompan con los espacios convencionales y desarrollen nuevos dispositivos en las puestas en escena. Creo también que hay un crecimiento en cuanto a la gestión y desarrollo de los grupos en cuanto a la forma de comunicar, logrando una tendencia a la profesionalización de nuestra actividad”.


Inés Drangosch (artista visual)

“Creció el circuito cultural porque crecieron y maduraron los artistas. Seguimos profundizando en nuestro trabajo, en este sentido las clínicas de arte que se proponen son muy importantes para continuar con el proceso creativo. Observo, más allá de mi propia experiencia, cómo han ido potenciándose algunos artistas con un continuo trabajo en el taller y luego la exposición de ese proceso. Una y otra vez. Cada vez más se comprometen con el arte y esto se ve en su obra. Algunos lugares de exposición se fueron aggiornando con el arte contemporáneo y le dieron lugar a los más jóvenes. De todos modos me parece que necesitaríamos algunas galerías de arte que se inserten en el mercado y una conciencia de coleccionismo que todavía no hay. Me parece que es un muy buen momento en el arte marplatense”.


Pepo San Martín (guitarrista y cantante de Científicos del Palo)

“Hay muchísimas más bandas que cuando yo era un adolescente y comenzaba a tocar, y la calidad de las mismas es de buena para arriba. El gran inconveniente es sortear los primeros pasos, dado que las bandas más pequeñas, las que son nuevas y por ende carecen de una gran masa de espectadores, tienen que afrontar arreglos económicos bastante viles en los bares, viéndose en la penosa tarea de vender entradas para tocar antes que otros artistas. A pesar de esa situación, las bandas se las arreglan para tocar en circuitos alternativos o teniendo paciencia y esperando hasta hacerse de un público que les permita cumplir con esos despropósitos que cobran los mercenarios dueños de los recintos donde se hacen shows. Por otra parte, desde la municipalidad últimamente se han realizado algunos festivales con una notable mejoría en lo técnico, buen sonido, buenos escenarios, buena organización, e incluso abonándole un cachet a los músicos”.


Rodolfo Puleo (periodista)

“Los artistas se han profesionalizado, hay muchos más lugares culturales abiertos para la exposición teatral, musical y pictórica y la gente ha empezado a perder el miedo de ir a ver lo propio y encontrarse con un espectáculo amateur. Además los músicos, por ejemplo, también apuestan a sus propias canciones, dejando de lado el slogan de Mar del Plata la capital del cover. Y, por último, los medios periodísticos alternativos, llámese fm o redes sociales, dan mayor y mejor información de la movida”.


Juan José Souto (artista visual – Mundo Dios)

“Creo que se amplió el público, es extraño porque igual no es amplio, son artistas los que vienen a ver muestras, pero hace cinco años éramos treinta personas y estábamos a full. Me parece que de a poco empieza a tener una característica propia, que puede ser que acá no hay acorazados, no está el artista que se cree no se qué, más bien hay una tendencia a lo vulnerable, a tratar de hacer un sendero en la oscuridad más que una autopista. Lo importante es que hay para hinchar las bolas y no te tenés que ir a dialogar o ver muestras afuera, acá hay poco pero se armó algo bueno, algo malo, algo que no te gusta pero respetás, algo que no te fumás ni ahí y bueno, eso hace a una escena. Obviamente, sólo sirve vivir para en ella y no de ella, le faltan muchos puntos importantes. Pero ojo, tal vez no es una carencia sino simplemente una característica”.


Fabio Herrera (músico – periodista)

“Mar del Plata acompaña como cada uno de los pueblos del país este trayecto de crecimiento en muchos órdenes. El cultural ha despertado a través de gestiones, de elevación de propuestas, de manifiestos de colaboración con el arte de artistas emergentes e independientes, a partir de becas, de subsidios. Y porque en cada lugar donde la comunicación difunde y muestra arte genera sin saberlo un interés por aquellos artistas relegados, abocados a otras tareas o profesiones incentivados al ver que se pueden expresar”.


Virginia Ceratto (escritora – crítica de arte – directora teatral) 

“Creció por el innegable esfuerzo de quienes sostienen los centros culturales independientes y por los espacios oficiales de la municipalidad y la provincia cedidos a artistas independientes. Obviamente, este crecimiento fue creciendo paulatinamente y puede llegar a más dado que también se ha ido conquistando un público que también responde. Además, cierta prensa no exitista ni berreta colabora con la difusión de esta oferta y se sabe que ese tipo de periodismo, atento a la calidad y no al show de mortadella y strass, es imprescindible”.

 

Josefina Fosatti (artista visual – el querido arte contemporáneo)

“Comenzaron a sostenerse nuevas modalidades de trabajo que responden a inquietudes actuales. La reaparición de clínicas de arte, la necesidad de artistas que mediante la autogestión proponen nuevos espacios de trabajo, de circulación y formación, los espacios alternativos en donde mostrar, en definitiva, la autonomía del campo artístico hizo que muchos jóvenes eligieran quedarse en Mar del Plata. Este es un punto de inflexión que abrió el juego a los circuitos de visibilidad, a los procesos, a los referentes, a los abordajes. Comenzaron a repensarse los modelos de exposición, la importancia del cuerpo de obra, la experimentación como parte del proceso de producción, la formación, la reflexión a cerca de la propia obra y la de los pares”.


Una colección de opiniones no es el todo, pero da un marco. La discusión tiene que seguir. De eso se trata.


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