Bajen las armas, esto es una escuela

Lunes, 18.55. Dos chicos de 15 y 16 años salieron de la casa de uno de ellos a bordo de una moto con dirección a la escuela, ubicada a unas cuadras de la Villa Marista. En el camino, un patrullero de la comisaría séptima quiso interceptarlos pero los pibes, asustados, aceleraron. Así, llegaron a la escuela y se metieron rápido en el edificio.

El móvil se detuvo justo frente a la puerta y dos policías se bajaron. Enseguida entraron con sus armas reglamentarias empuñadas, en medio de gritos y empujones. Como pudieron, la preceptora y un grupo de alumnos los sacaron del colegio.

─Bajen las armas, llévense la moto si quieren pero acá no van a entrar a los tiros─, les advirtió una docente.

Los pibes observaban la escena a varios metros de la puerta principal. Uno lloraba: iban a secuestrar la moto de su madre; la motito que usa para ir a trabajar y que él, aprovechando su ausencia, había agarrado para llegar a la escuela más rápido. Lloraba porque sabía que estaba en falta: la policía ahora iba a descubrir no tenía registro de conducir.

El hecho ocurrió el primer lunes de junio en la escuela secundaria 15, ubicada en Belisario Roldán 2850, Mar del Plata, y deja en evidencia una vez más cómo actúa la Policía Bonaerense. Primero, persiguieron a dos adolescentes que circulaban en moto porque les resultaron sospechosos; después, irrumpieron armados en una escuela, sin pedir autorización a las autoridades; con las pistolas 9 milímetros en la mano y los riesgos que todo eso implica.

Silvia Bortolussi, secretaria de Derechos Humanos del Suteba, dijo que el episodio reviste de “una gravedad absoluta” porque el accionar policial “violó el protocolo que resguarda los derechos y garantías de los chicos que asisten a una escuela”. “En Mar del Plata se ha instalado que todo chico que anda en moto te va a robar y la policía actúa en consecuencia, sin respetar las leyes vigentes de estudiantes y trabajadores de una escuela”, sostuvo en diálogo con 0223.

Si bien reconoció que “el comisario de la séptima se acercó al establecimiento a pedir disculpas por lo sucedido”, la dirigente gremial analizó que “estas cosas nos hacen pensar en que estos son los policías que nos van a traer; policías que desconocen las leyes vigentes; eso es lo más dramático”.

“Son situaciones que en estado de derecho no pueden ocurrir de ninguna manera porque, entre otras cosas, si se hubiera escapado un tiro podría haber ocurrido un desastre”, manifestó.

Bortolussi dijo que las autoridades distritales de Educación ya están al tanto de lo sucedido y explicó que aunque Suteba se presentó ante la Fiscalía para hacer la denuncia penal correspondiente, la presentación no fue aceptada porque no puede ser realizada por un sindicato

En este contexto, Bortolussi consideró necesario “emponderar a las familias y jóvenes sobre cuáles son sus derechos y garantías” para evitar que “estas cosas vuelvan a pasar”. “Desde la primaria y hasta sexto año hay espacios curriculares en los que se tocan estas cuestiones como por ejemplo las materias Construcción de la ciudadanía, Política y ciudadanía, Derechos Humanos y ciudadanía”, agregó.

“Este es el marco legal que se pudo conseguir después de mucho tiempo de lucha, debemos apropiárnoslo y hacerlo saber porque el desconocimiento es un factor importante que lleva a la vulneración de derechos”, definió por último.

Por su parte, la coordinadora del Servicio Zonal de Protección y Promoción de Derechos de la Niñez, Alejandra Germinario, confirmó a este medio que su área “ya está abocada a la investigación del hecho” y podría presentarse ante la Justicia en los próximos días.