Drag queens y transformistas: el arte de la interpretación

El mundo LGBTQ+ continúa luchando por la inclusión y las drag queens de Mar del Plata aportan desde su arte: cómo es ser drag

Las drags y transformistas cantan, bailan, hacen reír y entretienen.

27 de Abril de 2024 19:42

Por Redacción 0223

PARA 0223

Ser drag queen no es fácil, pero para Santiago y Diamante, dos drags de Mar del Plata, su trabajo es importante para allanar el camino para que las futuras generaciones sean cada vez más inclusivas. 

Entre pelucas y vestidos, las drags y transformistas cantan, bailan, hacen reír y entretienen a grandes audiencias con su show. 

Hoy en día, su trabajo está más aceptado pero aún queda un largo camino para recorrer, y así lograr que cada uno viva su propia identidad

“Hacés algo multidisciplinario. Tenés que saber de maquillaje, vestuario. Me acuerdo que una vez vi una drag bajando de una escalera y dije ‘tengo que hacer eso’”, declaró “Diamante”, una drag queen marplatense.

“Tenía unos ahorros y en esa semana me compré los tacos, maquillaje ya tenía, porque me maquillo desde que tengo razón . Fue una semana que dije ‘me tengo que montar’”, declaró sobre sus inicios como drag queen.

Además, detalló que no es simplemente una performance: “Para mí (Diamante) no es un personaje, es la mejor versión de mi mismo”.

 

Por su parte, Santiago Flores es transformista y explicó que, a diferencia de las drag queens, los transformistas buscan lograr replicar los “looks” de la mujer sin ser tan extravagantes.

“Yo soy uno de los primeros en Mar del Plata. Empecé en lugares hetero pero no sufrí mucha discriminación. Acá en Mar del Plata están los lobos marinos y los p*tos”, concluyó entre risas. 

“Parece fácil esto de estar arriba de un escenario, pero el ser drag o transformista te lleva mucho tiempo, sobretodo para borrar los rasgos masculinos”, agregó.

Sobre la discriminación, detalló que “antes me tomaba un taxi para hacer un show la policía me paraba y me llevaba preso”.

Con respecto a su trabajo, declaró que le gusta el reconocimiento, los aplausos y hacer reír a la gente, pero también es una manera de seguir militando para que todos puedan ser lo que quieran ser.