Doble crimen en San Eduardo: “Necesitamos que el animal que los mató tenga el mayor castigo”

Lo sostuvo José Vergara, padre de una de las víctimas tras prestar declaración en la primera jornada. El debate se extiende hasta el miércoles.

Padre y pareja de las víctimas. (Foto: 0223).

6 de Mayo de 2024 17:52

Por Redacción 0223

PARA 0223

El padre de una de las dos personas asesinadas en agosto de 2021 en el barrio San Eduardo pidió en el comienzo del juico que José Ignacio Serra, el único imputado, sea condenado por un jurado popular. “Necesitamos justicia, necesitamos que el animal que los mató tenga el mayor castigo”, reclamó José Vergara en las puertas de Tribunales.

El papa de Nicolás Vergara (27) sostuvo que Serra mató por la espalda a su hijo y a Ezequiel Contreras (35) y que las pruebas que se mostraran durante el debate en el Tribunal Oral en lo Criminal N°2 son “contundentes”.

“Nadie entiende como el autor de un doble homicidio llega cumpliendo arresto domiciliario, pero son las juagadas de la Justicia. El mató a dos personas que querían cumplir sus sueños, que eran trabajadores y que en el caso de Nicolás tenía toda la vida por delante”, contó a 0223.

Natalia Fernández, pareja de Contreras, señaló que compartir sala con el imputado es una sensación desagradable, pero que atraviesa para lograr que se sepa la verdad y que se haga Justicia.

“Ezequiel me había contado que desde hacía un mes una persona lo había empezado a seguir y que hacía contacto visual con él cada vez podía. Dos días antes de que lo maten me contó que lo había cruzado y le había pegado una o dos piñas, pero no molido a golpes como se dijo”, contó.

El juicio comenzó este lunes con una rápida selección de jurados y los alegatos de apertura de las partes en la audiencia presidida por el Juez Alexis Simaz. La querella está a cargo del fiscal Leandro Arévalo, para quien se está en presencia de un doble homicidio agravado por alevosía, y por abogado Pablo Romano como representante del particular damnificado. La defensa de Serra corre por cuenta del abogado penalista Javier De La Tore que cuestionó la autoría planteada en la elevación de la causa a juicio.

La hipótesis fiscal

En la investigación a cargo del fiscal Leandro Arévalo quedó establecido que el mediodía del 2 de agosto de 2021 Serra, también conocido como “Nacho”, llegó con su moto marca Honda de color blanco al minimercado “La esquinita” ubicado en calle 841 entre 0 y 2 del barrio San Eduardo de Chapadmalal donde estaba estacionado el auto Citroën C4 en el que se desplazaban las víctimas.

Cuando Ezequiel Emiliano Contreras (35) salió del local rumbo al auto donde lo esperaba Alberto Nicolás Vergara (27), el imputado se acercó en moto hasta la puerta del conductor y vació el cargador de su pistola calibre nueve milímetros para darse a la fuga a toda velocidad. El conductor del auto recibió cinco balazos, su acompañante dos, una tercera lo rozó y el resto dieron en el auto.

Contreras sufrió varias heridas en la cabeza que provocaron su muerte mientras intentaba escapar en el auto que chocó contra una casa mientras que Vergara logro bajar del rodado tras recibir un disparo en la pierna y si bien salió corriendo, recibió el disparo mortal en el tórax.

Horas después del doble homicidio y a partir de los datos recabados por personal del Destacamento El Marquesado, se realizaron tres allanamientos avalados por la Justicia de Garantías en el que detuvieron al imputado. En uno de los domicilios se secuestró una moto Honda 150cc color blanca, dos cascos de moto uno color negro y uno marrón, una escopeta 12/70 con  50 cartuchos del mismo calibre; cuatro municiones calibre 462, una caja de pistola Bersa Pro  nueve milímetros -que carga 17 municiones - y un celular.

“Te voy a dar plomo”

Dos meses antes del doble homicidio, Serra y Contreras cruzaron miradas por primera vez: el primero pasó cerca del complejo de cabañas donde el segundo realizaba tareas de albañilería y lo miró fijo. Si bien no cruzaron palabras, algo quedó flotando en el aire hasta que volvieron a verse sobre la ruta 11.

El mediodía del 31 de julio, apenas cuarenta y ocho horas antes del crimen, Serra estaba con su hijo adolescente en la parada del colectivo de la entrada del barrio cuando se detuvo el Citroën de color azul oscuro que manejaba Contreras, conocido como “El Karateca”.

Según relató un testigo, al bajar del rodado increpó a Serra porque lo había mirado mal la vez anterior y empezó a darle trompadas en la cara. Ante el pedido que se detuviera porque estaba con su hijo, Contreras amagó a subirse al auto y le dijo que fueran a dar “una vueltita” antes de regresar sobre sus pasos y golpearlo a trompadas y rodillazos.

En el expediente al que tuvo acceso 0223 se reconstruyó en base al testimonio de testigos presenciales que antes de irse, “El Karateca” dijo que se la “iba a dar”, a lo que “Nacho” le dijo “Yo también te la voy a dar”.

Apenas dos días después y tal como quedó registrado en imágenes de cámaras de seguridad, Serra siguió disimuladamente el Citroën C4 de color azul de Contreras hasta el mercado, se ocultó por espacio de tres minutos y cuando éste regreso al auto se acercó para atacarlo. En ese rodado también estaba Vergara que había acompañado a la otra víctima para comprar algo para comer durante el descanso de sus tareas de albañilería.