Tranvías a caballo, dinamita y parte de una loma que ya no está
¿Sabías que hay un sector de la ciudad donde hay tres cuadras donde no cruza ninguna calle? Conocé la historia de la hondonada de Castelli que se remonta al 1888.
Hay rincones de Mar del Plata que son raros, particulares, y que, por supuesto, tienen una historia o explicación. Hay lugares que al pasar nos generan algún tipo de incertidumbre de por qué son así, o desde cuándo. Uno de esos sectores está en la calle Castelli entre Carlos Pellegrini y General Rivas. Tres cuadras de la ciudad en donde ninguna calle cruza.
Es más, ese sector de Castelli es llamativo porque es una hondonada, es decir una cava que se prolonga por unos 300 metros entre las calles mencionadas. Quién no pasó por allí alguna vez y se preguntó, ¿y esto por qué? La explicación se remonta al final del siglo XIX y principios del siglo XX.
Desde 1888, la pequeña villa balnearia de la elite argentina, Mar del Plata, contó con una red de tranvías que tuvo protagonismo y continuidad hasta mediados de la década de 1950 aproximadamente. Luego vinieron los trolebuses y los bondis que todos conocemos, pero el primer sistema de transporte público de la ciudad fueron los tranvías. En un principio tirados a caballo y luego eléctricos.
¿Y esto que tiene que ver con la hondonada de Castelli? La central de los tranvías de Mar del Plata estaba en la actual avenida Luro entre Jujuy y España en donde tiempo después funcionó un estadio cubierto donde entre otras cosas había veladas boxísticas llamado “Estadio Bristol”. Allí mismo, años después, fue el depósito municipal de autos y motos secuestrados, y en la actualidad hay un estacionamiento. Desde allí partían los recorridos de las distintas líneas de tranvía que había.
Uno de los recorridos pasaba por el centro de la ciudad, luego iba hacia la zona de la antigua estación Mar del Plata Sud (hoy está el Centro Cultural Estación Sur y un shopping) y desde ahí, por calle Castelli hasta Alem, para terminar en el Cementerio de la Loma. Las vías, que aún pueden verse por Castelli desde Sarmiento hasta Güemes, remontaban la loma de Stella Maris y esa fue la dificultad que explica la hondonada.
La loma que atraviesa Castelli, a la altura de la actual calle Lavalle iniciaba una pendiente tan pronunciada que hacía muy dificultoso que los caballos pudieran tirar de los coches. A esto se le sumaba lo rocoso del terreno. Por ello se decidió bajar la inclinación de la pendiente en ese tramo de la calle Castelli. Se dinamitó la loma y el trabajo se terminó a mano. A partir de esa adaptación, el tranvía pudo llegar sin inconvenientes hasta el cementerio, el Golf Club, y algunos años después hasta el puerto.
Los años pasaron, los tranvías dejaron su lugar a los colectivos, pero la hondonada de Castelli quedó para siempre. Son 300 metros, a decir verdad, muy lindos y con bastante presencia de árboles, plantas y toda clase de aves que aprovecha el remanso. Las calles, tanto General Paz como Urquiza, no cruzan Castelli, están cortadas. En el caso de Urquiza, desde arriba de la cortada se puede bajar a Castelli por unas escaleritas cavadas en el terreno, bastante rústicas. Por el lado de General Paz, la bajada a Castelli es una muy linda y coqueta escalera.
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