Una sorpresa que nunca llegó y una hija como guía: la conmovedora historia de Matías Paredes y Micaela
La pareja del joven asesinado por policías en Mar del Plata habló en exclusiva con 0223. Su locura por Alvarado, el amor por su hija Ámbar y una huella imborrable en sus seres queridos.
El próximo 5 de marzo Mica va a cumplir 27 años. Su novio le había prometido cocinar unas hamburguesas para su fiesta y celebrarlo con amigos. Pero ese cumple ya no va a pasar, porque su pareja era Matías Paredes, el joven asesinado a balazos por la policía en Bosque Grande.
El hueco que dejó es enorme y su compañera dice sentir mucho dolor pero también fuerza, ya que hay un motor que la empuja: Ámbar, su hijita de 3 años.
"Es la que me lleva todos los días a seguir adelante. Aunque se fue de repente, está presente en ella, que me dijo (sin que nadie le explicara nada) que su papá está ahora en una casa más linda", contó Micaela López en diálogo exclusivo con 0223.
Su historia se remonta 6 años atrás al sur del país, donde se conocieron luego de que Matías viajara a trabajar como albañil junto a su padre. En la localidad de Las Grutas, de donde ella es oriunda, un comercio fue el lugar de encuentro. Con cualquier excusa, él iba a comprar y la visitaba a diario, hasta que el amor ganó y ella lo "encaró".
"Además de ser mi pareja, Matías era mi amigo, el que me peleaba y me hacía chistes. Él se estaba haciendo cargo también de mis otros dos hijos y los cuidaba, los llevaba a entrenar, los educaba... ahora les tengo que explicar que no está", contó entre lágrimas.
Al tiempo llegó la noticia del embarazo y el chico no dudó: "Quiero llevarte a vos y a tus guachines (así les decía a mis nenes) a Mar del Plata me propuso. Acá toda su familia me abrió las puertas".
Ella dice que era miedoso, pero también decidido. Uno de esos personajes que va por la vida arrancando sonrisas y que se aleja de los problemas. Cualquiera que pregunte va a encontrar la misma descripción en su familia, sus amigos de cancha y sus compañeros de la vida.
Un loquito de Alvarado
La vida por los colores. Al igual que en la canción, la historia de Matías estaba atravesada por el club de sus amores. No había un partido que se perdiera y fue ese mismo amor el que lo llevó a la presentación de la camiseta el día que cinco policías de civil encerraron el auto en el que iba con dos amigos y les dispararon.
"Era un loquito; Alvarado era todo para él, su pasión. Al principio yo me enojaba cuando quería llevar a nuestra hija a la cancha pero al final terminamos yendo todos", recordó sonriendo.
Esa misma sonrisa que nunca se le borraba de la cara. Matías hablaba con todo el mundo; adonde llegaba, lo saludaban y si lo invitaban a tomar algo, iba. "Nunca tuvo un drama, cuando había problemas, se alejaba. Jamás lo ibas a ver enojado", relató Micaela.
"Me tenía preparada una sorpresa que nunca llegó"
A los días de lo sucedido, su pareja se enteró que "Pitu" (como le llamaban en el barrio) estaba ahorrando plata para comprar un auto y sacar a su familia adelante: "Él me decía que íbamos a tener una casa y a superar todo como familia. Yo viajé al sur a ver a mi papá que está enfermo y me prometió que lo iba a conocer pero cuando lo volví a ver, estaba en un cajón. Me lo arrebataron".
Las 12 horas de viaje de vuelta desde Río Negro fueron eternas para Micaela, pero allí germinaron la idea y la necesidad de pedir justicia. Ya habrá tiempo para llorarlo.
"Queremos que paguen los 5, que no los liberen, porque van a matar a otro Matías. El gobernador Axel Kicillof me preguntó qué necesitaba y le pedí que la causa se mueva rápido. También le dije que necesitamos que nos cuiden, porque a los policías los están custodiando pero a la familia no", sentenció la joven.
Para visibilizar su reclamo, van a realizar una marcha con velas y globos blancos y azules el jueves a las 18 en su casa de Eduardo Peralta Ramos 1950.
"Sabemos que esto va a salir bien, que donde él esté nos va a ayudar a que se haga justicia; por él y por todos los chicos que pasaron por lo mismo", dijo Mica, y agregó: "Ojalá todo cambie. Matías dejó su amor, su fuerza y su unión. El silencio no le gustaba y ahora estamos haciendo todo el ruido posible para ser escuchados. Y nos sentimos acompañados por la gente, porque todos se dieron cuenta de que mataron a un inocente. Adonde vayamos, Matías va a estar".
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