El mural de Mar del Plata que se salvó de milagro y fue cortado en 14 partes para mantenerlo con vida
Es 1977. Un hombre pasa caminando por una demolición en Luro y La Rioja y descubre una pieza histórica de la ciudad. La historia del mural de Mar del Plata que se encuentra en la Facultad de Ciencias Económicas.
En el hall de ingreso de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Mar del Plata, en una de las paredes, hay un mural del que pocos conocen su origen. Se trata de una joya patrimonial de la ciudad que sobrevivió casi de casualidad a un destino de demolición y olvido.
En el aniversario 151 de la fundación de Mar del Plata, 0223 te cuenta la historia de este pedacito de la ciudad que fue rescatado hace décadas de la topadora y que hoy acompaña las pausas de los futuros contadores, licenciados en turismo y, por qué no, periodistas, algunas de las carreras que allí se cursan.
La historia de este mural comienza en 1913, y bastante lejos de su ubicación actual. La obra fue realizada por Fausto Eliseo Coppini, pintor italiano formado en la Academia de Brera. Pintado al óleo en pared de ladrillos sobre un fondo de yeso, la pintura fue encargada por Eduardo Peralta Ramos, hijo del fundador de Mar del Plata, cuando aún no habían pasado 40 años de la fundación de la por entonces villa balnearia de la elite argentina.
Eduardo Peralta Ramos, que también fue intendente de la ciudad en 1885, tenía su casa en el solar ubicado en la actual esquina de Luro y La Rioja, y en una de las paredes de esa casa hizo pintar a Coppini esa pieza artística que es una imagen de Mar del Plata en sus años fundacionales. La obra da cuenta de ello. El mural se titula “Mar del Plata 1861-1873”.
Con el paso de los años, a la casa de Peralta Ramos le llegó la hora, y la iban a demoler en 1977. Mientras se realizaban los trabajos para tirar abajo la vieja casona de Eduardo, pasó caminando por allí Herman Clinckspoor, arquitecto, especialista en patrimonio natural y cultural, quien advirtió a través de una de las ventanas, ya sin la carpintería, que en el interior de la propiedad había un mural que valía la pena proteger.
Herman, al advertir la situación, rápidamente se puso en contacto con Graciela Di Iorio, quien cuenta con formación en patrimonio cultural, y que a lo largo de su carrera fue directora del Museo Castagnino, vicepresidente del Ente de Cultura de General Pueyrredon, y directora de la “Casa sobre el Arroyo”, entre otras ocupaciones.
Entre los dos se pusieron el objetivo de salvar la histórica pieza artística para que no se pierda entre los escombros de la demolición. “Nosotros trabajábamos en lo que se llamaba en ese momento el Departamento de Estudios y Proyectos de la Universidad Nacional de Mar del Plata”, señaló Graciela a 0223, en el marco de una extensa charla junto a German Clinckspoor, acerca de la historia del mural.
Se hizo una tarea muy urgente para removerlo. Como el mural era tan grande, veíamos que con los materiales que disponíamos, era muy difícil sacarlo entero, porque era como una placa que se iba a mover y temíamos que se rompiera. Entonces se tomó una decisión técnica, que fue cortar el mural aproximadamente a la altura del horizonte, y seccionarlo en 14 pedazos. Se numeraron cada uno de esos pedazos, con la intención de instalar el mural en una locación definitiva”, contó Graciela.
Para poder transportar el mural se consiguió que una empresa privada donara el hormigón armado, y que la entonces empresa de Agua y Energía prestase una grúa. “El operador de la grúa logró luego levantarlo con todo cuidado, porque era muy delicada la pieza”, sostuvo Graciela. “En ese momento, que todo se demolía, se demolían las casas antiguas, porque no había tanta conciencia del patrimonio, fue quizá el primer acto grande en Mar del Plata, en la intención de recuperar un bien patrimonial de ese orden. El mural es muy, muy valioso en cuanto a su contenido”, añadió la especialista.
Lo concreto es que para mover el mural desde la demolición de la casa de Eduardo Peralta Ramos, en Luro y La Rioja, el primer lugar al que se lo trasladó fue un hotel en 25 de Mayo entre Hipólito Yrigoyen y Mitre, en donde hoy se encuentra la Facultad de Derecho. Allí estuvo desde 1977 a 1979, cuando se lo llevó a su ubicación definitiva, el hall de acceso del edificio de la Facultad de Ciencias Económicas, en el Complejo Universitario Manuel Belgrano, que la UNMDP tiene en Funes y Rodríguez Peña.
Qué dice este mural
Lo encarga Eduardo Peralta Ramos, en aquel momento intendente de Mar del Plata, porque quiere plasmar los recuerdos de aquella época, desde el primer intento de fundación, en 1861, y que se logra finalmente en 1874, que es lo que festejamos cada 10 de febrero, y llevarlo al momento en que él encuentra y trae a Mar del Plata a Coppini, en 1913.
Entonces, hace todo un relato para que quede registrado en su memoria. De ahí vemos varios objetos, cada uno con su significado. Deja para la memoria del marplatense la fundación u origen de este lugar. Se ven cosas del siglo pasado.
El punto de vista parece el de un ave, porque está como elevado, no hay lugar así desde donde ver esto. Este tipo de perspectiva se llama vuelo de pájaro, que permite, como él no tenía esa visión, pero de alguna forma la técnica, ver como de arriba y poder producir esto que hoy lo haría un drone. En ese momento lo hizo con técnica de la perspectiva. Se ven cada una de las ensenadas, las sierras también, y los arroyos.
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