Es proteccionista y hace 20 años creó una de las redes de tránsito de mascotas más grande de Mar del Plata: la historia de Laura Golmar

“Patitas MDP” da refugio a perros y gatos en estado de vulnerabilidad, los contiene, recupera y socializa hasta que están en condiciones de ser entregados en adopción. Su fundadora recuerda, en diálogo con 0223 repasa la historia de la red y el caso que marcó su vida.

Es proteccionista y hace 20 años creó una de las redes de tránsito de mascotas más grande de Mar del Plata: la historia de Laura Golmar.

16 de Junio de 2025 08:06

Laura Golmar es una de las proteccionistas referentes de Mar del Plata. Cada vez que hay un caso de animales en estado de vulnerabilidad es una de las primeras en ser recomendada para ayudar al animal en cuestión. A lo largo de su vida, rescató perros, gatos y hasta un toro al que salvó de su trágico final en un frigorífico. Hace veinte años empezó todo: rescató de la puerta de su casa a dos perritos y eso la llevó a contactarse con una proteccionista y adentrarse en un mundo que no dejó nunca.

“Ese fue mi primer rescate, pero el caso que me marcó fue el de Benjamín”, dice a 0223 mientras recuerda que era la época de los inicios de las redes sociales. “Era una publicación en Facebook, sin foto, nada. Pedían ayuda para un perrito que no se podía mover porque habían atropellado y estaba abajo de un auto en la villa de Vértiz”, rememora, sin dejar de seguir con la mirada los movimientos de los cuatro perros que se encuentran en el patio delantero de la guardería que dirige Pablo García, ofreciendo un ambiente familiar para las mascotas y en la que tiene actualmente en tránsito tres perros “con historias re tristes”.


 
La publicación, dice Golmar, la habían realizado un lunes a las 10 de la mañana. Laura quedó todo el día pensando en el animal y por la noche se puso en contacto con la persona que había realizado el posteo. “Me dicen que, en ese momento, Cuatro Patas se había ofrecido a ayudarlos si lo llevaban a la Catedral el sábado dándole medicación. Era lógico que lo tenía que ver antes del sábado un veterinario. El martes fui con mi hermana a buscarlo. Lo encontramos abajo de un auto todo destartalado, no tenía un pelo, estaba completo de sarna, no se movía. Cuando lo sacamos, subimos una foto para avisar que ya lo teníamos nosotros y que lo íbamos a llevar a que lo vea un veterinario. Automáticamente empezaron a caernos mensajes diciendo que lo sacrifiquemos, pero para nosotras no era una opción, nunca es una opción. Le pusimos Benjamín y me acuerdo que al principio lo transitamos nosotras, le conseguimos un espacio donde estar,  armamos una cucha hasta que Danu lo adoptó. No pudo caer en mejores manos. Así empezamos las dos a rescatar. Con ese caso entendí lo que pasaba en los barrios periféricos”, recuerda.

Actualmente, Laura y su pareja transitan a 30 gatos y 70 perros. “Los tengo en guarderías o en casas particulares donde logramos a cambio de un alquiler que estén los gordos. Obviamente, aparte del dinero, nos hacemos cargo de la alimentación y el gasto veterinario. Eso hace que los perros no están hacinados, estén bien y vayan socializando hasta que se los pueda dar en adopción, en los casos que se pueden dar”, dice, y comenta que hay meses que se hace “cuesta arriba” mantener todos los gastos que conlleva tener a las mascotas en condiciones. 

Es por eso que para solventar los costos, recurre a colectas, venta de rifas, eventos solidarios y la opción de donación mensual a través de débitos automáticos. “El mes pasado fue el primero que pudimos pagar toda la deuda, gracias a la viralización y la ayuda de la gente”, asegura.

De acuerdo al relato de Laura, los casos más complejos a la hora de realizar una adopción son los de los perros cachorros y los que tiene un historial que hace más difícil la adaptación en una familia. En el mes de febrero, la situación empeoró. “En febrero fuimos a la cárcel por una perrita que había parido y cuando llegamos nos encontramos con cuatro perras recién paridas y levantamos a todos”, relata. Tras la publicación de los cachorros, fueron dados en adopción y lo que siguió un mes después fue una devolución masiva de mascotas. 

“La gente los pide feliz, pero hay que criarlos. Los levantás cachorros y no sabés el tamaño y el temperamento y hasta que crecen pueden ser rotosos, intensos y tuvimos una oleada de devoluciones porque muchos no están preparados para lo que conlleva criar  un cachorro”, explica.

En esta línea, Laura agrega que siempre están junto a su pareja con el dilema de no recibir más casos “porque todo tiene, además del tiempo que requiere, un costo económico y siempre estamos viendo cómo hacemos para estar al día, o deber lo menos posible”. Además, la mujer explica que hay animales que, por su condición o historia de vida, no pueden ser dados en adopción. “De los 70 que tenemos hay 20 que tuvieron adopciones fallidas y decidimos no someterlos más al estrés de una adopción, a veces hay gente que no entiende lo que es adoptar un perro rescatado. También tenemos perritos muy viejitos que ya no pueden ser dados en adopción y otros que tienen alguna patología compleja y tampoco lo damos”, dice.

Mitch, de estar en venta para faenar a vivir en un santuario

A fines de noviembre de 2023, Laura vio una publicación en Marketplace que le partió el corazón: un ternero estaba a la venta al mejor postor. La proximidad de las fiestas hacía suponer cuál sería el final del animal y la mujer no dudó en destinar todos sus ahorros para rescatarlo. Junto a su pareja lo fueron a buscar y lo bautizaron “Mitch”.

“Ofrecimos el triple de lo que ofrecía el resto y nos lo quedamos. Era hermoso, tenía el tamaño de un labrador, pero no lo podía tener en mi casa. Conseguimos una casa en el barrio San José con un parque amplio, lo socializamos, lo hacíamos dormir en un somier, pero crecía a pasos agigantados y sabíamos que teníamos que llevarlo a un santuario para que viva lo que le quedaba de vida libre”, rememora.

Entonces consiguieron ubicarlo en un santuario en Capilla del Monte, en la provincia de Córdoba, donde vivió rodeado de otros rumiantes, perros, caballos, patos, cabras y gansos hasta que abandonó este plano hace cuatro días por una complicación masiva en su cuadro de salud. "Se que fue re contra felíz, estuvo atendido de la mejor manera por 30 personas que adoran a los animales, veganas, y que trabajan con veterinarios y gente especializada en este tipo de animales", dice.

Laura y su pareja hacen todo a pulmón. Quienes quieran ayudarla a ella y al centenar de mascotas que tiene a su cargo puede hacerlo mediante transferencias al alias de Mercado Pago Patitas.mdp en Paypal paypal.me/patitasmdp o vía Cuenta DNI a Mdp.patitas.