Fragata: los protagonistas anónimos del acto

Por Guillermo Contreras

Al finalizar el discurso de la Presidenta, el cielo que aún tenía los últimos vestigios de la luz del sol, se iluminó con la luces de los fuegos artificiales. La fiesta había terminado. Cientos de militantes se colaron en el sector central donde aún quedaban algunos funcionarios y se sacaban fotos como si de estrellas de rock se tratara.

Pero en el fondo, junto a las escalinatas de la Fragata Libertad, estaban ellos: los marineros. Los verdaderos actores de este regreso tan esperado. Y sus familias, las que verdaderamente dejaron de lado cualquier discurso político oficial o reclamo antikirchnerista. Se vieron escenas de emoción, con la postal de cualquier retorno del buque escuela a suelo argentino, pero con el condimento de la incertidumbre de no saber cual sería el destino de los jóvenes tripulantes.

Marcelo Cavallieri, uno de los tripulantes de la Fragata, contó a 0223 sobre la dura experiencia vivida durante los 78 días de cautiverio en Ghana. "La verdad que fue difícil pero ya pasó. Estoy con mi familia que es lo más importante. Extrañé mucho a mi familia, mi señora, mis hijos y estoy contento por volver a Argentina", dijo algo emocionado el marinero. Sobre la incertidumbre que vivieron los tripulantes de la Fragata, destacó que "estaba complicado,no sabíamos nada, recibíamos ordenes y hacíamos lo que nos ordenaba el comandante", expresó.

Sobre el tenso momento que vivieron cuando personal del puerto africano intentó ingresar al buque argentino para correrla hacia otro punto del puerto, el joven marinero dijo que "fue un momento duro, querían abordar y por suerte no pudieron. El comandante nos transmitió tranquilidad para que el resto de los navegantes pudieran trabajar tranquilos".

Tras abrazarse nuevamente con sus pequeños hijos y fundirse en besos con su esposa, uno de los actores principales anónimos del acto se marchó en silencio.