Militantes apoyaron a Cristina y curiosos disfrutaron del espectáculo

por Luciana Acosta

El Boulevard Marítimo, desde avenida Juan B. Justo y hasta más allá del Parque San Martín se convirtió durante la tarde de este miércoles en un paseo peatonal por el que pasó una verdadera marea de gente.

El desfile de agrupaciones políticas y sociales con destino al predio de la Base Naval, donde tuvo lugar el acto central, comenzó pasado el mediodía y siguió -aunque a paso más apresurado- mientras la Fragata Libertad ingresaba al puerto local. Alrededor de 400 efectivos policiales -muchos de ellos, egresados de la escuela local- participaban del amplio operativo de seguridad dispuesto para la ocasión.

Prolijamente encolumnados, miles de militantes de La Cámpora, La Güemes, Kolina, JP Evita, Unidos y Organizados, Nuevo Encuentro, Vatayón, Tupac Amaru y Oktubres que habían viajado desde San Justo, Florencio Varela, Ayacucho y Moreno para recibir a los marineros caminaban y cantaban. Además había representantes de la CTA, AMS (casineros), Suteba, Acción Marplatense, Peronismo Militante; Agrupación Vecinalista Marplatense, Frente Transversal, Partido Humanista, Partido Solidario y referentes de Pablo Bruera, Mario Ishi y el intendente de la localidad misionera de El Dorado, Norberto Aguirre, entre otros.

En tanto, la parte superior del Boulevard había sido copada por turistas y marplatenses que intentaban captar con sus cámaras las primeras imágenes del arribo del buque a puerto argentino. Pese a la distancia, desde allí podían divisarse a los guardiamarinas parados sobre los palos del barco, agarrados a las velas desplegadas.

A las 17.20, cuando la Fragata navegaba a la altura de la Escollera Norte, se escuchó un aplauso cerrado y muchos agitaban banderitas de papel y nylon. Esto se repitió unos 25 minutos más tarde, cuando por fin la nave entró a la estación marítima. Entonces, tres aviones de acrobacia ofrecieron su espectáculo en el cielo de Mar del Plata y, al mismo tiempo, el tenor Darío Volonté comenzó a entonar “Aurora”. Y otra vez hubo ovación.

En medio de la muchedumbre, un matrimonio de cordobeses festejaba el retorno de la tripulación argentina mientras que, un poco más lejos, Héctor, atento a lo que sucedía a su alrededor, sostenía con firmeza una caña de pescar que en su extremo llevaba atada una bandera de Uruguay. “Soy uruguayo, tengo 67 años, hace 45 años que vivo en Mar del Plata y vine a agradecer todo lo que me ha dado este hermoso país”, comentó a 0223.

Por su parte, dos muchachos caminaban apurados con una pintura de la Fragata. “La hicimos nosotros, lo tenemos que llevar allá adelante”, alcanzaron a explicar.

En ese momento, a unos 300 metros, frente al hotel Costa Galana, unas 50 personas empezaban a concentrarse para llevar adelante un cacerolazo con duras consignas hacia el gobierno nacional.